Si pudiesen ver lo que yo veo desde mi ventana, no se cansarían jamas.
Veo miles de historias al día.
En el primer piso se encuentra la Señora Darcy, debe tener al menos sesenta y siete años; desde hace dos años todos los jueves la visitan sus nietos.
Le traen flores, las que cambia cada semana, y masas finas para tomar el te. Nunca están mas de tres horas y jamas llegan antes de las cuatro.
En el segundo piso vive el Señor Blum, es con el que más hablo (metafóricamente), él como yo pasa sus tardes frente a la ventana; llenándose de historias ajenas.
En el cuarto piso ocurren todas las locuras habidas y por haber. Los Señores Tech viven junto a sus tres hijos menores, siempre trepándose a las paredes y saltando en la cama. Aunque los martes llega a visitarlos su hijo Peter, el mayor y los niños, no parecen niños.
El quinto piso esta deshabitado; los viernes generalmente lo visitan parejas jóvenes, enamoradas, e ilusionadas con el futuro. Pero nunca se quedan.
Y finalmente, en el tercer piso, vive James.
Tiene una rutina intachable.
Se despierta a las nueve, desayuna, se ducha, agarra su maletín, su guitarra y sale.
Vuelve como a las cinco, se ducha otra vez y ordena la casa. Primero el living, luego la cocina y por ultimo la habitación.
Cada semana recoge las flores que la Señora Darcy le entrega para ella, su novia.
Cruza la calle, toca mi timbre y me entrega las flores que especialmente me compro. Cierra la puerta, me abraza, me besa y me hace el amor.
Esa es la historia de mi vida.
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