Que comienze el juego

Juguemos.
Hoy seamos desconocidos.
Vamos a encontrarnos en el bar de un hotel, el que ambos decidimos elegir.
Llegas primero y te entretenes coqueteando con una rubia, abogada hasta donde sabes, invitandole tragos, primero whisky y despues ginebra.
Conseguis tenerla donde querias, lista para ser cazada por tu ser hambriento, aunque eso no ib a a ocurrir.
Esta a punto de besarte cuando yo entro al bar.
Mi vestido ajustado y mis labios carmesi te distraen por completo de su cuerpo, tu objetivo; tengo tu mirada solo para mi.
Te disculpaste con ella y quisiste jugar conmigo, ganar mi confianza. No te tomo mucho tiempo, habia empezado el juego para los dos.
Para cuando llegaste junto a mi, ya habia examinado todo de ti. Tu cuerpo, tus gestos, tu forma al caminar, tu manera de hablar.
Lo que querias conmigo, era convertirme en tu victima y lo que yo queria era convertirte en la mia.
Al dar las 12 de la noche, un habitacion del hotel se habia convertido en testigo de nuestras fantasias.
Perdimos el juego.
Los dos fuimos victimas de nuestra pasion, de nuestros instintos.
Pero mañana tendremos la revancha, sera el momento de jugar otra vez.