Adiccion

No puedo repetirlo, no quiero decirtelo otra vez.
No creo ni una letra de todo lo que me has dicho.
¿Como que no lo recuerdas? ¿No era tu memoria una de las mejores de la cuidad?

No juegues conmigo, eres malo y lo sabes.
Te gusta verme asi, lo disfrutas.
Disfrutas cada segundo que puedes verme sonrojada, nerviosa hasta no dar mas, vergonzosa sin poder decir nada.
 Te entiernece, lo se.

Y aunque reconoces que lo haces adrede, y me pides perdon, sin motivo alguno; accedo a decirtelo, solo una vez mas y te ruego que lo escuches bien.
Asique presta demasiada atencion.

No puedo alejarme de ti.
Cariño, tenerte a cinco centimentros ya me enloquece; ¿logras imaginar lo que provocas en mi cuando me besas y te acercas?
Amo el roze de tu piel con la mia, amo cuando me tocas, amo todo lo que tenga que ver contigo.
Adoro sacarte la ropa por instinto y locura, adoro cuando lo haces por deseo y pasion.
Lo siento, no puedo evitarlo, eres demasiado para mi.

Te has convertido en mi adiccion.
No queda nada de mi cuando dejamos de fundirnos en el otro, cuando ya no somos uno.
En ese momento, debo admitir, que te entrego todo lo que soy, todo lo que puedo ser para ti.
Y cuando me dejas, aunque no me queda nada, me siento completa.
Porque contigo a mi lado, se que nada puede irme mal.
Tu cariño suprime todos mis sentidos; cuando estoy contigo, descubro mas cosas de mi, de las que nunca creo que podre descubrir sola.
Eres especial, una droga que no puedo dejar.
 
Tienes que dejar de ser malo, y enseñarme como portarme contigo, como pasar de ti cuando ya es suficiente y como extrañarte cuando es poco.
No quiero perder el tiempo que nos quede juntos, solo quiero ganar el tiempo que no lo hemos estado.