Levanto el telefono y marco el numero que ya se de memoria.
Aun tengo el pelo humedo, claramente la ducha me relajo.
Es sabado por la noche, algo hay que hacer.
Hace unas horas sali de mi empleo, y en unas horas tendre que volver a entrar.
Pero tengo libre el entretiempo y voy a aprovecharlo.
Siempre dejo sonar tres veces su celular, si a la tercera vez no me atiende, esta ocupada, entendi la indirecta.
Pero esta vez no, atendio la segunda vez.
Casualmente las dos buscabamos lo mismo, una noche de diversion, entre amigas.
Eran las once y media de la noche cuando colgue.
Fui hasta el cuarto e instantaneamente mi perfecta habitacion ordenada se volvio un desastre, literalmente.
Para cuando dieron la una de la madrugada, ya estaba lista.
Deje sonar dos veces el telefono y atendi; en la puerta estaba ella con un taxi esperandome, preparada para salir.
Agarre las sandalias de plataforma y termine por delinear mis labios de rojo.
A la cuenta de tres estabamos dispuestas a divertirnos, a disfrutar.
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